Imagina que después de tres años trabajando con un nombre, decides cambiarlo con los riesgos que ello conlleva. Una decisión valiente y arriesgada, como decimos. Pero lo hacen igualmente. Quieren un nombre que refleje más lo que son. Ellos siempre serán Saudade, porque a todos nos hacen sentirla cuando no están. Pero jugaron y soñaron, y discutieron y dudaron. Y nos preguntaron a todos y todas. Y nos salía humo por las orejas y... ¡Hostia! ¡Qué difícil!
Y lo encontraron, les gustó. Nos gustó. A Alcossebre le gustó. Al público de Valencia le gustó. Y en muy poco tiempo dieron con un nombre. El nombre. Todo el verano para acostumbrarnos a él. Teníamos que estar entrenados y acostumbrados al empezar la temporada en Valencia. Y porque Saudade quiere volar. Con el nuevo nombre. Ése que les define mejor: QUEBRANTO. Rás. Mola. Nos gusta. Lo usamos, lo dibujamos, lo bailamos... y
¡Zasca! Hay que cambiarlo ¡La leche! ¿¡Y ahora qué!? ¿Qué hacemos con la Q? Una Q dibujada, bailada, usada...
¿Q de Qué?
Como dicen ellos: "Cómo se puede tener más de dos nombres a la vez y no estar loco? Pues aquí va mi EXPLICACIÓN..."
Y lo encontraron, les gustó. Nos gustó. A Alcossebre le gustó. Al público de Valencia le gustó. Y en muy poco tiempo dieron con un nombre. El nombre. Todo el verano para acostumbrarnos a él. Teníamos que estar entrenados y acostumbrados al empezar la temporada en Valencia. Y porque Saudade quiere volar. Con el nuevo nombre. Ése que les define mejor: QUEBRANTO. Rás. Mola. Nos gusta. Lo usamos, lo dibujamos, lo bailamos... y
¡Zasca! Hay que cambiarlo ¡La leche! ¿¡Y ahora qué!? ¿Qué hacemos con la Q? Una Q dibujada, bailada, usada...
¿Q de Qué?
Como dicen ellos: "Cómo se puede tener más de dos nombres a la vez y no estar loco? Pues aquí va mi EXPLICACIÓN..."